sábado, 4 de julio de 2009

El huevo (de oro) y la gallina. 2ª parte.

Un amigo me ha enviado este jugoso texto a propósito de la nueva imagen de la ciudad de Zaragoza, que ya comenté en su día aquí.

Si tuviera que insistir y escribir una nueva nota a propósito de mi último hallazgo acerca del temita del nuevo logo, no tendría muy claro como titularlo dada la variedad de concurrencias que se me ocurren; “La versatilidad del arco” “Reciclaje: el signo de los tiempos” “Animales de costumbres” “Pequeñas tiendas de la esquina”… pero en realidad el título sería lo de menos, la enjundia está en el contenido.

Hace unos días, repasando un viejo número de la revista Visual (número 90, creo que del año 2002) me encontré –en la sección galería– una nota en la que esta revista se hacía eco del encargo a CIAC Internacional, por parte de la Fundación Altadis, de la creación de su identidad corporativa (recordemos que Altadis es el nombre de la antigua Tabacalera tras su fusión en 1999 con la francesa Seita).En la citada nota se puede leer: "Según sus creadores, consiste en un gran dintel semicircular, un arco de entrada que pretende acoger, fomentar y divulgar cuantas iniciativas expresen los valores de excelencia, modernidad y sugestión…"

Está muy bien traído; los que tratamos de ganarnos la vida en este sector, sabemos lo bien que quedan y el buen resultado que suelen dar los discursos huecos y las bonitas palabras para justificar nuestro trabajo, que además en la mayoría de los casos, sirven igual para un roto que para un descosido… aplíquese el texto entrecomillado para, por ejemplo, el trabajo que esta misma empresa ha realizado para nuestra ciudad.

El día 28 de mayo, en El Periódico de Aragón se podía leer: Enrique Johnson, director general de CIAC, que ha diseñado la marca, también quitó importancia al asunto. "Lo importante no es el símbolo, sino lo que significa, lo que hay detrás y representa, y en ese sentido estamos muy satisfechos de nuestro trabajo", afirmó. "No obstante, el director general de CIAC quiso dejar claro que, antes de presentar el diseño del logotipo de Zaragoza, se realizaron "numerosas consultas" para averiguar si se parecía a algún otro símbolo. "No se encontró nada en común con otros emblemas muy conocidos, aunque, claro, siempre se puede escapar la pequeña tienda de la esquina", ironizó Johnson".

Si yo fuera directivo de Altadis me habría quedado, como poco, confundido; me llamaría poderosamente la atención que el director general de CIAC incluyera la Fundación Altadis en el estupendo grupo de las pequeñas tiendas de la esquina.

Como ya se ha dicho todo, por todos y en todas partes (casualidad, versatilidad de la forma elegida, copia, autocopia, mamoneo, etc, etc) lo dejo aquí.

Gallinas y huevos; huevos y gallinas.

1 comentario:

Laura Catalán dijo...

Vaya crónica más espeluznante, lo peor es que todo quedará impune. Me ha gustado mucho tu trabajo que he conocido a través de una entrevista de Pablo Amargo. Saludos!